Pokemon-go

¡Es para indignarse!
Todos allí, perdiendo el tiempo con el dichoso jueguecillo de moda. Molestan demasiado, se distraen los niños, incluso he sabido de gente que ha sufrido graves accidentes por imprudencia, no me consta, pero algún muerto incluso.
Bandadas de gente reunidas con el pretexto de retarse, de ser el mejor. inconscientes, que ni estudian ni hacen nada.
¡Y los niños, los niiiiños!, que seguro no estudian, se empecinan en continuar con la odiosa práctica del juego de marras…
Obsesionados, les han comido el cerebro, unos buenos-para-nada serán en su vida. insolventes intelectuales y peores personas sin capacidad de socialización…

Sí. Esto se decía en 1978 del Traca traca, yo lo dejé enseguida porque tenía una buena colección de moretones en los brazos por las dos bolas de plástico unidas por una cuerdecilla. Por eso no me descargo “Pokemon go”. Seguro se me cae el celular y me hago daño en el pie.
Supongo que gracias a mi abandono de dicha práctica estéril soy mentalmente saludable. Creo.