Crítico de cine
–¿Quieres ser nuestro crítico de cine en la sección de cultura?
–No.
–Es facilísimo, básicamente tienen que gustarte pocas cosas…
–No tengo ni intención, ni vocación para ello.
–Te pagaría bien, y por supuesto que al cine vas gratis.
–¿Para qué querría ir al cine gratis si no me tiene que gustar?
–Serás un referente, una cuestión de reputación, te necesitamos, das el perfil perfecto, y se te da bien escribir.
–Estudié Derecho, no tengo nada que ver con ese “susodicho arte”.
–¿Lo ves?, ¡Estás en el camino!
–Escúchame y créeme, ¡no valdría la pena ni acercarse a ver espectáculos tan vacuos que ni borracho aguantaría!
–wooooowww… ¡eso es lo que necesitamos, eres justo!. Pero tendrías que usar vocabulario de nuestro “Pequeño Libro rojo del gusto cinéfilo”, es facilito y viene con entradas tipo diccionario; mira: “E”: “Esperpento: Dícese de la producción cuyo actor principal aparece usualmente en las páginas de sociedad.”, ahora otra, en la “O”, dos páginas más adelante: “Outsider: Intérprete conocido que participa en película de pocos recursos, en el caso de ser americana; o bien, actor latinoamericano reputado que cobre –según voces– poco. En el caso europeo, actor o actriz vicioso/a que grandes compañías no contratan porque siempre está “colocado o pedo”.
–¿Todo eso es una mierda impresentable!
–¡AH!, ¡Ya has estado leyendo nuestro “Pequeño Libro rojo del gusto cinéfilo”, veo!
–Te lo juro que quisiera largarme sin terminar, pero mi pudor impide dejar este coloquio sin sentido.
–¡Por dios!, te estás superando por minutos.
–De verdad, no me interesa, como todos voy al cine a veces, aunque otras descargo ilegalmente alguna cosa tan mal realizada, que me dan ganas de volver a subirla a la red.
–¡¡¡Meeee encaaaaantas!!!
–Déjalo por favor, estoy empezando a desear que no te parieran.
–¡Mira!, esa no se nos había ocurrido; podría ser tu primer comentario sobre la última de Kevin Spacey, luego algo bonito sobre la productora que es la que paga la publi y listo. Del tipo “lástima que tan gloriosa trayectoria de su productora (con miles de títulos online y en cartelera «Link»), haya dejado escapar esta oportunidad de agrandar su leyenda”… ¿eh?, ¿Qué te parece, aceptas?. La paga es muy muy muuuuy buena y en cash semanal.
–…pffff, mira: si tuviera que calificar todo esto que he visto, diría que es la lamentable constatación de que los deseos de un incompetente, obtienen siempre un resultado deplorable, lastimoso, que no merecería una oportunidad más, no hay nada peor que un pendejo entusiasta.
–¡Oh!, pensaba que te lo pensarías, pero si eso es lo que piensas, no insistiré. Lo siento, no creí que…
–No, no. Es la última frase de mi crónica sobre el tal Kevin, ya está mi cabeza trabajando…
–¡Grandeeeee!, ahora, estúdiate en nuestro “Pequeño Libro rojo del gusto cinéfilo” la parte de elogios, están marcaditos en rojo, son pocos pero útiles para nuestros anunciantes. Y para los datos, usa la wikipedia que si alguien quiere comprobar lo que dices irán allí los pobrecillos.
PD: (Aplica para cualquier disciplina, no solo al cine)
JLVL
–No.
–Es facilísimo, básicamente tienen que gustarte pocas cosas…
–No tengo ni intención, ni vocación para ello.
–Te pagaría bien, y por supuesto que al cine vas gratis.
–¿Para qué querría ir al cine gratis si no me tiene que gustar?
–Serás un referente, una cuestión de reputación, te necesitamos, das el perfil perfecto, y se te da bien escribir.
–Estudié Derecho, no tengo nada que ver con ese “susodicho arte”.
–¿Lo ves?, ¡Estás en el camino!
–Escúchame y créeme, ¡no valdría la pena ni acercarse a ver espectáculos tan vacuos que ni borracho aguantaría!
–wooooowww… ¡eso es lo que necesitamos, eres justo!. Pero tendrías que usar vocabulario de nuestro “Pequeño Libro rojo del gusto cinéfilo”, es facilito y viene con entradas tipo diccionario; mira: “E”: “Esperpento: Dícese de la producción cuyo actor principal aparece usualmente en las páginas de sociedad.”, ahora otra, en la “O”, dos páginas más adelante: “Outsider: Intérprete conocido que participa en película de pocos recursos, en el caso de ser americana; o bien, actor latinoamericano reputado que cobre –según voces– poco. En el caso europeo, actor o actriz vicioso/a que grandes compañías no contratan porque siempre está “colocado o pedo”.
–¿Todo eso es una mierda impresentable!
–¡AH!, ¡Ya has estado leyendo nuestro “Pequeño Libro rojo del gusto cinéfilo”, veo!
–Te lo juro que quisiera largarme sin terminar, pero mi pudor impide dejar este coloquio sin sentido.
–¡Por dios!, te estás superando por minutos.
–De verdad, no me interesa, como todos voy al cine a veces, aunque otras descargo ilegalmente alguna cosa tan mal realizada, que me dan ganas de volver a subirla a la red.
–¡¡¡Meeee encaaaaantas!!!
–Déjalo por favor, estoy empezando a desear que no te parieran.
–¡Mira!, esa no se nos había ocurrido; podría ser tu primer comentario sobre la última de Kevin Spacey, luego algo bonito sobre la productora que es la que paga la publi y listo. Del tipo “lástima que tan gloriosa trayectoria de su productora (con miles de títulos online y en cartelera «Link»), haya dejado escapar esta oportunidad de agrandar su leyenda”… ¿eh?, ¿Qué te parece, aceptas?. La paga es muy muy muuuuy buena y en cash semanal.
–…pffff, mira: si tuviera que calificar todo esto que he visto, diría que es la lamentable constatación de que los deseos de un incompetente, obtienen siempre un resultado deplorable, lastimoso, que no merecería una oportunidad más, no hay nada peor que un pendejo entusiasta.
–¡Oh!, pensaba que te lo pensarías, pero si eso es lo que piensas, no insistiré. Lo siento, no creí que…
–No, no. Es la última frase de mi crónica sobre el tal Kevin, ya está mi cabeza trabajando…
–¡Grandeeeee!, ahora, estúdiate en nuestro “Pequeño Libro rojo del gusto cinéfilo” la parte de elogios, están marcaditos en rojo, son pocos pero útiles para nuestros anunciantes. Y para los datos, usa la wikipedia que si alguien quiere comprobar lo que dices irán allí los pobrecillos.
PD: (Aplica para cualquier disciplina, no solo al cine)
JLVL
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