Me estaba musculando, cuando...
Una nueva juventud, pensé.
La primera sentadilla la hice muy despacio y mis músculos se lamentaron.
La segunda me hizo entender que estaba haciendo lo correcto, empezando por desacartonar este cascajo que tengo por cuerpo.
A la tercera empecé a notar como mis nalgas se endurecían, mis muslos recuperaban volumen, y a media maniobra me pregunté ¿para qué?
Desistiendo en la última maniobra todo volvió a su sitio abúlico.
Desde hace años me dedico la inutilidad de lamentarme de mi descuido.
JLVL
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