keep calm and die


Le pareció exagerada la precisión del diagnóstico, pero no tuvo ganas ni de discutir ni de regatear, 6 meses y 1 semana de vida restantes, eran seis meses y una semana.
A partir de ahí, y con los dramas que se formaron alrededor, los consejos y las lastimeras palabras de los amigos y allegados, tuvo que reorganizar su vida.
La conclusión de todos se podría resumir en "Carpe Diem", propuestas extravagantes le dieron; saltar en paracaídas, viajar  por el mundo sin ruta definida, probar todos los sabores, vicios y experiencias del mundo, abrazar gente, correr un maratón, grabar mensajes en vídeo a todos sus conocidos y enemigos sin parar, relatar en un blog su recién estrenada y decadente despedida, etc. Para ella todas eran recomendaciones que le hacían pensar en la posibilidad de morir antes de tiempo exhausta, y no tenía ganas.
Ella nunca fue una persona de acción, nunca una villana de cómic, ni una aventurera, ni siquiera una sibarita. Pero la propuesta le gustaba, vivir cada día como si fuera el último; y tenía la certeza de que quería vivir tranquila, haciendo nada, una cosa que nunca se había podido permitir, sentarse y pensar, o no, encender la televisión sin mirarla, descansar hasta cansarse.
Su inactividad la animó mucho, sus amigos recibimos un mail masivo incitándonos a concertar una cita con ella para que pudiera rechazarla, o para no presentarse si se la habíamos propuesto en serio, escuchar el tono de llamada y no responder. Muchos se escandalizaron y se lo hicieron saber, porque alegaban que debía salir del letargo y vivir plenamente.
Yo la entendí y le estuve propiciando un soplo de alegría cada cierto tiempo, le hice un pedido de pizza que rechazó a voz en grito desde el sofá, me sentí muy satisfecho. Le contraté por teléfono una importante promoción de teléfono-televisión-internet con varias compañías al mismo tiempo, que insistieron en su puerta varias semanas, seguramente fue muy feliz sin abrirles. Lo último que se me ocurrió fue enviarle una corona de flores carísima que por supuesto ni pudieron entregar ni cobraron nunca. Tuvieron el detalle de dejarle por debajo de la puerta la tarjeta que le había adjuntado que no decía "RIP fulanita de tal, tus amigos que te extrañan" sino "QTDPC fulanita de tal, descansa". Una de las pocas cosas que hizo en esos meses fue marcar mi número y decirme que había recibido mi tarjeta, que muchas gracias y que estaba preparada para descansar esta vez en paz.
JLVL

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