Instrucciones para hacer queso crema (tipo philadelphia) la foto es del mío
¿Quieres quedar verdaderamente como un cocinero extraordinario?, intenta esta receta conmigo, pero reconoce al final que ambos, tú y yo somos unos hipócritas o unos genios.
Necesitamos medio litro de yogurt del mejor, no seas rácano, gasta un poco más de lo usual, compra el más caro, tampoco es que te vayas a volver pobre. Te estoy dando consejos para brillar, no seas pusilánime que al final estamos hablando de poco dinero. Un poco de sal, media cucharadita, y si quieres lucirte (opcional), media nuez troceada, o un poco de perejil en hebritas, o una cayena machacada, o cualquier cosa que te haga sentir excepcional (una sola de ellas, no exageres).
La receta es simplísima y te dará un alto nivel de genialidad frente a tus invitados. Será como tu curriculum, presumirás de ello y sabes que lo que más vale menos esfuerzo te cuesta, pero los demás no lo saben.. Aquí está la clave.
El primer paso es abrir el medio litro de yogurt del bueno (allá tú si compras vasitos pequeños y luego tienes que hacer cuentas hasta calcular el medio litro, te haré quedar bien… no me hagas hacerte sumas de primaria).
Le agregas la media cucharadita de sal y lo mezclas. En tu currículum no te extiendes en detallar tus virtudes, simplemente dices “experto en optimización de recursos”, que significa que eres un flojo que quiere hacer lo máximo con lo menos posible, pero queda bien. Procede con la misma soltura.
En este punto, o te quedas con lo básico (yogurt y sal), o agregas un toque personal cualquiera; hojitas de cilantro, trocitos de lo que te de la gana que creas que combina… y te invito a pensar antes de proseguir; tus invitados quedarán muy sorprendidos por tu alto nivel y tú debes guardar el secreto, hacer elipsis sobre la receta, fingir que tu abuela te abdujo en el momento de preparar la receta, contar antecedentes de la edad media en el proceder… todo menos decir la verdad cuando lo presentes.
El resultado del batiburrillo se coloca en el centro de un paño de fibra tupida, como un pañuelo de tela normal, se ata por la parte superior como las ilustraciones de los vagabundos en los 70’s y 80’s y se deja colgando poniendo en la parte inferior un recipiente que recoge el líquido que caerá durante 24 horas.
Los tiempos son muy importantes, no debes hacer absolutamente nada en la espera. Nada, pero inevitablemente te acercarás al atillo cada vez que pases por la cocina para ver qué pasa. Aquí comienza el proceso de concienciación del queso crema, es inevitable acercarse a ver cómo va durante las horas de espera.
Una vez vino un chico al lugar donde vivo y estaba sumamente frustrado por lo que le pasaba, su vida se había torcido en Europa y se sentía sumamente frustrado porque la realidad le daba la espalda, para entonces yo tenía la suficiente experiencia para contarle la veracidad de todos los mochileros que volvían a su tierra contando las maravillosas historias que habían vivido en Europa y que realmente eran penurias y sandeces disfrazadas de aventuras y conquistas, ya había aprendido que la vida no es lo que se vive sino lo que se cuenta, porque uno mismo se convence y en general se cree, así que mira el atillo y no inventes nada. ¿Tienes un conocido que vino a Europa y volvió?, ¿Te ha preparado un queso crema?, lo dudo, pero las historias increíbles te las habrá contado, cuando terminemos esta receta, dale a probar tú el maravilloso resultado para estar parejos.
Verás que pasando las horas el atillo se va secando y va cayendo suero en el recipiente inferior, no lo aprietes para acelerar el resultado, no sirve de nada, si estás buscando trabajo, tampoco elimines líneas del currículum, no lo ajustes, no lo fuerces, eso sólo te quita tiempo y no da ningún fruto, lo importante es que sigas siendo experto en optimización de recursos, no cómo lo haces.
El chico terminó siendo muy amigo mío porque fui sincero y le hice entender que había que esperar 24 horas para el resultado, y no inventarse historias fantásticas de lo que no sucedía; la vida es más fácil si no la aliñas de mentiras. Y estoy muy orgulloso de él, ahora es un brillante profesional, y seguimos siendo íntimos, compartimos el secreto que solo los creadores de queso crema podemos tener: “la honestidad”. Hacemos cosas geniales porque nos salen fácil sin esfuerzo, porque somos así, y no podemos hacer cosas complicadas y brillantes a menos que nos las hayamos inventado para que otros se las crean, para no sentirnos incapaces.
Espero hayas iniciado a hacer la receta hacia mediodía, así podrás comerla al día siguiente en la comida combinando con muy diversos platillos, fríos, calientes, pan, tortilla, verdura, carne, postre, dulce, ate, galletas saladas… Cuando preparas algo tan extraordinario como tu propia vida, te das cuenta que es super combinable, que las cosas maravillosas propias te cuestan poquísimo, pero que no es que sean automáticas, te salen, son tuyas.
Una vez pasadas las 24 horas, desata el paquetito de tela y ayudándote de una cuchara viértelo en un depósito adecuado, busca uno muy bonito, el mejor platito chico que encuentres. La receta es simplísima, la presentación es muy importante, tú sabes que te ha resultado fácil, los demás verán además que el platito de talavera es hermoso y les parecerá más extraordinario el resultado de la labor de tus manos.
Úntalo sobre lo que quieras y reconoce que es muy fácil, que tus simplezas encantan y admiran.
Tus virtudes me parece que para ti son así, fáciles y extraordinarias. ¿Me invitas a untar un poco de eso que te sale tan bien?, yo llevo el pan.
JLVL
Para quien se lo haya tomado en serio:
Ingredientes:
1/2 litro de yogurt
1/2 cucharadita de sal
(opcional: 1/2 nuez troceada, o un poco de perejil picado, o 1/4 ajo finamente picado etc.)
Mezclar el yogurt con la sal (y el ingrediente adicional opcional),
Depositar en un paño tupido (tipo pañuelo)
Dejar colgado 24 horas con un depósito abajo para recoger el suero.
Desatar el atilllo y trasvasar el poso en un recipiente para untarse en el plato de su preferencia.
Necesitamos medio litro de yogurt del mejor, no seas rácano, gasta un poco más de lo usual, compra el más caro, tampoco es que te vayas a volver pobre. Te estoy dando consejos para brillar, no seas pusilánime que al final estamos hablando de poco dinero. Un poco de sal, media cucharadita, y si quieres lucirte (opcional), media nuez troceada, o un poco de perejil en hebritas, o una cayena machacada, o cualquier cosa que te haga sentir excepcional (una sola de ellas, no exageres).
La receta es simplísima y te dará un alto nivel de genialidad frente a tus invitados. Será como tu curriculum, presumirás de ello y sabes que lo que más vale menos esfuerzo te cuesta, pero los demás no lo saben.. Aquí está la clave.
El primer paso es abrir el medio litro de yogurt del bueno (allá tú si compras vasitos pequeños y luego tienes que hacer cuentas hasta calcular el medio litro, te haré quedar bien… no me hagas hacerte sumas de primaria).
Le agregas la media cucharadita de sal y lo mezclas. En tu currículum no te extiendes en detallar tus virtudes, simplemente dices “experto en optimización de recursos”, que significa que eres un flojo que quiere hacer lo máximo con lo menos posible, pero queda bien. Procede con la misma soltura.
En este punto, o te quedas con lo básico (yogurt y sal), o agregas un toque personal cualquiera; hojitas de cilantro, trocitos de lo que te de la gana que creas que combina… y te invito a pensar antes de proseguir; tus invitados quedarán muy sorprendidos por tu alto nivel y tú debes guardar el secreto, hacer elipsis sobre la receta, fingir que tu abuela te abdujo en el momento de preparar la receta, contar antecedentes de la edad media en el proceder… todo menos decir la verdad cuando lo presentes.
El resultado del batiburrillo se coloca en el centro de un paño de fibra tupida, como un pañuelo de tela normal, se ata por la parte superior como las ilustraciones de los vagabundos en los 70’s y 80’s y se deja colgando poniendo en la parte inferior un recipiente que recoge el líquido que caerá durante 24 horas.
Los tiempos son muy importantes, no debes hacer absolutamente nada en la espera. Nada, pero inevitablemente te acercarás al atillo cada vez que pases por la cocina para ver qué pasa. Aquí comienza el proceso de concienciación del queso crema, es inevitable acercarse a ver cómo va durante las horas de espera.
Una vez vino un chico al lugar donde vivo y estaba sumamente frustrado por lo que le pasaba, su vida se había torcido en Europa y se sentía sumamente frustrado porque la realidad le daba la espalda, para entonces yo tenía la suficiente experiencia para contarle la veracidad de todos los mochileros que volvían a su tierra contando las maravillosas historias que habían vivido en Europa y que realmente eran penurias y sandeces disfrazadas de aventuras y conquistas, ya había aprendido que la vida no es lo que se vive sino lo que se cuenta, porque uno mismo se convence y en general se cree, así que mira el atillo y no inventes nada. ¿Tienes un conocido que vino a Europa y volvió?, ¿Te ha preparado un queso crema?, lo dudo, pero las historias increíbles te las habrá contado, cuando terminemos esta receta, dale a probar tú el maravilloso resultado para estar parejos.
Verás que pasando las horas el atillo se va secando y va cayendo suero en el recipiente inferior, no lo aprietes para acelerar el resultado, no sirve de nada, si estás buscando trabajo, tampoco elimines líneas del currículum, no lo ajustes, no lo fuerces, eso sólo te quita tiempo y no da ningún fruto, lo importante es que sigas siendo experto en optimización de recursos, no cómo lo haces.
El chico terminó siendo muy amigo mío porque fui sincero y le hice entender que había que esperar 24 horas para el resultado, y no inventarse historias fantásticas de lo que no sucedía; la vida es más fácil si no la aliñas de mentiras. Y estoy muy orgulloso de él, ahora es un brillante profesional, y seguimos siendo íntimos, compartimos el secreto que solo los creadores de queso crema podemos tener: “la honestidad”. Hacemos cosas geniales porque nos salen fácil sin esfuerzo, porque somos así, y no podemos hacer cosas complicadas y brillantes a menos que nos las hayamos inventado para que otros se las crean, para no sentirnos incapaces.
Espero hayas iniciado a hacer la receta hacia mediodía, así podrás comerla al día siguiente en la comida combinando con muy diversos platillos, fríos, calientes, pan, tortilla, verdura, carne, postre, dulce, ate, galletas saladas… Cuando preparas algo tan extraordinario como tu propia vida, te das cuenta que es super combinable, que las cosas maravillosas propias te cuestan poquísimo, pero que no es que sean automáticas, te salen, son tuyas.
Una vez pasadas las 24 horas, desata el paquetito de tela y ayudándote de una cuchara viértelo en un depósito adecuado, busca uno muy bonito, el mejor platito chico que encuentres. La receta es simplísima, la presentación es muy importante, tú sabes que te ha resultado fácil, los demás verán además que el platito de talavera es hermoso y les parecerá más extraordinario el resultado de la labor de tus manos.
Úntalo sobre lo que quieras y reconoce que es muy fácil, que tus simplezas encantan y admiran.
Tus virtudes me parece que para ti son así, fáciles y extraordinarias. ¿Me invitas a untar un poco de eso que te sale tan bien?, yo llevo el pan.
JLVL
Para quien se lo haya tomado en serio:
Ingredientes:
1/2 litro de yogurt
1/2 cucharadita de sal
(opcional: 1/2 nuez troceada, o un poco de perejil picado, o 1/4 ajo finamente picado etc.)
Mezclar el yogurt con la sal (y el ingrediente adicional opcional),
Depositar en un paño tupido (tipo pañuelo)
Dejar colgado 24 horas con un depósito abajo para recoger el suero.
Desatar el atilllo y trasvasar el poso en un recipiente para untarse en el plato de su preferencia.
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