En serio, ¿Cuéntos errores eres capaz de encontrar?

soy una herrata
Puedo sa
ltar de un sitio a otro, puedo copmlicarte la vida mucho, puedo disponer de tu vida, parezco una diosa insignificante, pero podría colarme en un libro de medicina y matarte (la morfina colma los dolores / la morfina calma los dolores).

Nadie prácticamente se resiste a mí, los más grandes estudiosos y escritores sucumben conmigo, soy inmisericorde y discreta, pero letal, puntillosa y a veces delicada y sutíl.
Anécdotas mil de mi poder; una de las últimas víctimas fue un ambicioso filólogo que no pudo terrminar de escribir en su carta de suicidio la frase en la que quería decir: “así solo, solo puedo ahorcarme”…, terminó por tomar una sobredosis de pastillas ante tal diatriba. La Academia no le echó sola una soga al cuello, le puso solo un blister. Reí muchísimo.
Desde la invención de la imprenta me colé en cada taller, en las manos de cada artesano tipógrafo, trataron de dominarme y nunca jamás lo lograrán. Uno de los primeros altaneros que intentaron domarme, ofrecía gran cantidad de dinero a quien descubriera herrores en sus libros, ahora incunables. Murió en bancarrota.
“Yerros”, llamaban a mis engendros en un principio, “errores tipográficos”, “duende de la imprenta”. Entonces me interesaba mucho mi mote, pero ya domino tanto que sé que lo único que quiero es que me nombren mal. Esa es mi victoria.
Dicen que herrar es de humanos, y yo aseguro que errar es también de herreros.
He tenido tanta influencia en la vida moderna, que me hicieron un gran monumento virtual con los autocorrectores. Miles de veces he deslizado “nudista” por “budista”, las nuevas generaciones me lo agradecen y ríen mucho, me admiran… Sin duda, la humanidad se ha rendido a mis pies; podría decir (parafraseando una histórica errata en castellano) que:
"A la humanidad actual le basta que escriba su buen nombre 'Moderna', para que se sienta orgullosa la tinta”. Y el diseñador gráfico, relevo de los cuidadosos tipógrafos, escribiría “tonta”.

Soy genial; errata tal cual, caspa y pura.

Fe de erratas. En la última línea, donde dice: “errata tal cual, caspa y pura”, debe decir: “errata tal cual, casta y puta”.

PD: En la presentación de un libro de Alfonso Reyes, ante mi  notoria presencia negro sobre blanco, Ventura García Calderón comentó: “Nuestro amigo Reyes acaba de publicar un libro de erratas acompañado de algunos versos”…

Éste es mi reino, y Whatsapp el paraíso.

Atte.: la erata.

JLVL


Bibliografía: Vituperio (y algún elogio) de la errata. José Estéban.

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